jueves, 22 de agosto de 2013

Tres pueblos y dos castillos: Coca, Olmedo y Cuéllar

 
Castillo de Coca

A veces no hace falta hacer un viaje muy largo para ver sitios interesantes y encantadores, hay lugares estupendos muy cerca de casa. Como los pueblos de los que vamos a hablar hoy, Coca, Olmedo y Cuéllar, que se pueden visitar en una excursión de un día desde Madrid, la ciudad en la que vivo.

En Coca (Segovia) hay un maravilloso castillo mudéjar construido en 1453 por la poderosa familia Fonseca; una imponente mole con foso, puente levadizo, rastrillo, tres perímetros defensivos y una magnífica torre del homenaje, construido íntegramente con ladrillos, lo que le hace más resistente a la artillería que si fuera de sillares de piedra. Se reconstruyó en los años 50 y es inevitable sentirse transportado a otra época al pasear por su imponente interior.


Paseando dentro de la muralla del castillo

Hay una visita guiada de casi una hora en la que se pueden ver cómo eran los bellísimos azulejos renacentistas que decoraban su interior, una sala con techo parabólico y curiosas propiedades acústicas, las vistas desde lo más alto de la torre y las espantosas mazmorras.

El pueblo de Coca tiene sólo unos 2.000 habitantes, es un lugar tranquilo, agradable, limpio y bien urbanizado. Un buen sitio para pasear o para pasar unas vacaciones tranquilas, rodeado de pinares, bañado por el río Voltoya, en una zona llena de alicientes. Los inmensos bosques están formados por pino rodeno (pinus pinaster) y pino serrano (pinus sylvestris), de los que se extrae resina y derivados. El entorno natural es muy atractivo; tuve la suerte de ver un zorro tumbado en medio de la carretera, que salió coriendo cuando se acercó el coche.

A unos 20 km de Coca se encuentra Olmedo (Valladolid), que se llama así por el gran número de olmos que siempre ha habido por allí. Está lleno de puntos de interés:

- La exquisita pastelería Frías, situada en la calle Marcos Salgueiro y fundada en 1899. Tienen unas bambas de nata deliciosas, que me recuerdan a las que había en las pastelerías de mi niñez, y unas cazuelas de crema para chuparse los dedos.


La confitería Frías (1899)

- La Plaza Mayor, rodeada de casas antiguas y soportales. En el centro tiene dos pérgolas cuya sombra es especialmente acogedora en el mes de agosto.

Plaza Mayor de Olmedo

- La Iglesia de Santa María del Castillo, un templo en parte románico (siglo XII), en parte mudéjar (siglo XV) y en parte gótico (siglo XVI), que destaca por su tamaño y por la cantidas de objetos artísticos interesantes que encierra: el retablo, la sillería, los cuadros...

Iglesia de Santa María del Castillo

- El Arco de la Villa, una de las entradas de la antigua muralla, sólidamente guarnecida por una torre cuadrada y otra redonda. 



Arco de la Villa (Olmedo)

- El Palacio del caballero de Olmedo, donde se puede difrutar de una visita dramatizada sobre la famosa historia de don Alonso. «El caballero de Olmedo» es una obra dramática de Lope de Vega basada en una leyenda que dió lugar a una canción popular:

Que de noche lo mataron
al caballero,
la gala de Medina,
la flor de Olmedo. 
        
        
Palacio del Caballero de Olmedo

Parece que Don Alonso era un caballero de Olmedo, enamorado de Doña Inés, una dama del vecino pueblo de Medina y prometida por sus padres a otro hombre. Inés, también enamorada, decide hacerse monja para evitar la boda; Alonso la visita en el convento. Y en una de sus visitas a Medina, participa en los festejos taurinos y salva la vida al prometido de su amada. Su rival, doblemente ofendido porque el de Olmedo corteja a su dama y además le ha salvado la vida en público, organiza una emboscada en la noche y mata a don Alonso en el camino de regreso.

Y un buen número de iglesias, conventos, casas blasonadas, edificios antigüos. Olmedo es una ciudad para pasear con una buena guía y hacer una visita al pasado. Un verdadero túnel del tiempo.

Una calle de Olmedo

En media hora en coche, se llega a Cuéllar (Segovia), una villa más grande, de casi 10.000 habitantes, que presume de tener los encierros de toros más antiguos de España (1215). Allí se encuentra el castillo de los duques de Alburquerque, una fortaleza de ensueño, de cuento de hadas, gótico y renacentista, por donde pasaron entre otros, don Álvaro de Luna, Juan I de Castilla, José de Espronceda y el Duque de Wellington.

Castillo de Cuéllar

La muralla más externa del castillo rodea a un casco histórico de calles estrechas y empinadas plagadas de misteriosos palacios, templos y casas señoriales.

Cuéllar

Bueno y eso es todo, un recorrido por tres pueblos de la comarca natural de Tierra de pinares, rodeados de extensos bosques de pinos. Son tres auténticas islas mudéjares en un mar de pinares, en el corazón de Castilla.

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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